Me di cuenta (a tiempo) de que la educación es curativa. Puede traer paz, sentido, equilibrio y sobre todo prosperidad. Por eso, he trasladado todos mis negocios, toda mi energía y todo mi trabajo a la industria de la educación en línea. Me siento maravilloso compartiendo los conocimientos acumulados con „discípulos” ambiciosos y diseñando proyectos y estrategias para facilitar la educación a todos los obstinados en evolucionar. Actualmente, la educación es el único campo en el que invierto dinero, tiempo, recursos y, sobre todo, mucha pasión.

La educación es el alma de la sociedad, y la autoeducación es el único tipo de educación que importa y puede generar un impacto de por vida. Cuando ya no necesitas ser empujado hacia la educación, te has convertido en una persona libre. Porque cuando empieza a quedar claro que sólo a través de la autoeducación puedes tener independencia, seguridad y libertad, nunca dejarás de seguir este proceso. Sólo cuando valoras el proceso de tu propio pulido, te vuelves obstinado en hacerte bien. Autoeducándote te demuestras a ti mismo que te respetas. Sólo entonces progresas y evolucionas, entonces conoces gente de calidad y te revelas como la persona de calidad que eres. E implícitamente, construirás un país de calidad. Qué hermoso, satisfactorio y melódico suena: ¡un país de calidad!

Nelson Mandela dijo que „la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Realmente, la educación es el mecanismo más honesto a través del cual puedes cambiarte a ti mismo. Y sólo entonces, podrás cambiar a la humanidad. La educación protege tus libertades, te libera de tus miedos, te lleva hacia la prosperidad, te equilibra y te domesticará. La (auto)educación te cura. La (auto)educación nos cura. Nos inspira. La tolerancia, la empatía, la solidaridad son resultados de la educación. La colaboración, la conexión, la amistad, todas son consecuencias de la educación.

Heraclito de Efeso subrayó encantadoramente: „la educación es el segundo sol que tenemos”. Me atrevería a completarlo: la educación es el sol de nuestro ser, la vida lúcida dentro de nosotros.

Después de dos años de abogacía y 11 años de negocio, después de haber acumulado diplomas, maestrías, fracasos, traumas y guerras, después de haber leído cientos de libros, toneladas de cursos y seminarios, pero sobre todo después de haber tragado toneladas de „polvo” en los anillos empresariales, sólo tengo una conclusión: la autoeducación es el dulce fruto de cualquier lucha y el catalizador que te impulsa hacia la vida de tus sueños.