Fuentes en África

Hay sentimientos en la vida que no puedes comprender, aunque te los describa el escritor más grande del mundo. Hay que vivirlos intensamente, para que se cuelen para siempre en tu alma, en cada molécula de tu ser.

Uno de los momentos más conmovedores de mi vida lo he experimentado en 2021, en el pueblo de Iganga en Uganda, donde he construido una fuente de agua potable. Me acuerdo perfectamente cómo llegamos al pueblo. Aunque era enero, el calor te estaba disolviendo. Me sentía extremadamente cansado después de un vuelo interminable, sudoroso, todo mordido por mosquitos en una camioneta.

Cuando nos acercamos al pozo, he sentido que el corazón me iba romper el pecho. Una emoción inexplicablemente me ha poseído como una droga. Cuando he visto de repente a una niña llevando agua con un bote más grande que ella, he mirado a mi colega, Mihai, quien me dijo con la voz temblada: ¡esa es tu fuente!

Después de este momento hemos comenzado una extensa campaña para motivar la gente proporcionar agua para los niños pobres y para las comunidades de África. Un pozo en África puede saciar la sed de unas 700 familias (3500 personas).

En octubre de 2022 han sido construidos 160 pozos, como consecuencia de mi campaña. Si tuviera que calcular cuántas personas beben agua, se lavan y han dejado de caminar 15 kilómetros hasta los pueblos vecinos para llevar agua, puedo decir con confianza que este proyecto es lo que tiene el mayor impacto de todas mis acciones.

Y cuando pienso que todo empezó a partir de un sueño… Escrito en el Libro de los Sueños en 2010: construir un pozo en África. Cuando realmente crees en tus sueños, la vida te recompensa.